miércoles, 2 de octubre de 2013

NY Trip (pt.2) Emotional day

Tal y como indica el titulo de este post, el día de ayer fue de una carga emocional tremenda... Sigue leyendo si quieres saber por qué.

A las 6 de la mañana suena el despertador y comenzamos lo que, hoy si, va a ser nuestro primer día 100%, aprovechando sus 24 horas, en Nueva York.
Tras desayunar en casa y prepararnos, nos dirigimos caminando hacia Harlem para disfrutar (y vaya si lo hicimos) de lo que sería la primera parada del día: La misa gospel en la Bethel Gospell Assembly
El barrio de Harlem está situado al norte de Manhattan y, contrario a lo que pudiera parecer, no nos sentimos inseguros al pasear por la zona a esas horas tan tempranas. A penas había gente por las calles, salvo los que se iban a trabajar, y algún mendigo que otro, pero ni siquiera nos miramos.
Algo muy gracioso que nos sucedía es que cada vez que nos cruzábamos con un señor o señora mayor, nos daban los buenos días (y nosotros respondíamos, of course) vamos, como en los pueblos de España, que vas caminando por la calle y te encuentras con la señora Paquita y te dice: con dios hijo!!
Tras una caminata de unos 40 minutos (parece mentira, pero las distancias en esta ciudad son bestiales) llegamos sobre las 7.45, 15 minutos antes de comenzar la misa, al centro Bethel y entramos en el lugar donde hacen las celebraciones. Allí nos recibe una amable señora vestida con falda negra y camisa blanca que nos indica donde sentarnos y nos da dos sobrecitos para las donaciones.
Según pasaba el tiempo, iba llegando mas y mas gente, los que se colocaban a tu lado, enfrente o detrás de ti te saludaban con un good morning and wellcome.
A las 8 en punto comienza la celebración, los músicos empiezan a tocar y el pianista (es el que dirige el cotarro) comienza a cantar una canción acompañado por el resto de cantantes (5 o 6).
Aquello lo tienen montado de PM; hay una persona que se encarga de sonorizar a la banda en todo momento, están permanentemente comunicados por intercom unos con otros. hay cámaras, fotógrafos... hasta una pantalla de proyección donde van a apareciendo las letras de las canciones para que todo el mundo pueda seguirlas.
Tras dos canciones que hicieron que nos emocionásemos y nos divirtiéramos a partes iguales y en las que todo el mundo se levantaba, bailaba, daba palmas y gracias a Dios (oh lord Jesus).
Salió uno de los "allegados" del pastor a darnos la bienvenida a todos aquellos que íbamos por primera vez. A parte de nosotros y otros 6 turistillas más (se nos diferenciaba fácilmente) también había gente "autóctona" que iba por primera vez.
Total, que el hombre (un negrazo de 4x4, vamos un armario empotrado de tío) nos pide que nos levantemos y acto seguido comienzan a cantarnos una canción de bienvenida y toda la iglesia, TODA, se gira mientras canta "wellcome here, thanks to the lord" y te van dando la mano y saludándote. Todo el mundo, incluido la esposa del pastor. Los pelos como escarpias y mas de una lagrimilla se escapó en ese momento, no os lo voy a negar. Me resultó sorprendente la cercanía de la gente y como te hacen que te integres al instante. Nadie te mira ni te juzga por tu apariencia o tu color. Has venido a "su casa" y te tratan de igual.
Tras el sermón del pastor y un par de canciones de despedida, los parroquianos fuimos saliendo y en un momento se nos acercó una mujer preguntándonos que de donde eramos y si nos había gustado, le dijimos que nos encantó y que nos habíamos emocionado mucho; ella nos dio las gracias por venir y se despidió de nosotros con una sonrisa.
Al salir íbamos flipados... hablando de lo que habíamos sentido, como nos habían llamado la atención ciertas cosas, etc.
La verdad es que es una experiencia 100% recomendable y aunque "la fiesta" dura 2 horas... ni te enteras.
Nuestro paseo continuó por Harlem hasta la Iglesia de San Juan El Divino y, justo en frente de ella hicimos otra "typical NY thing", zamparnos un Bagel a media mañana para reponer fuerzas y aguantar hasta la comida.
Seguimos paseando hasta llegar al famoso teatro Apollo donde echamos unas fotillos y tras lo que nos dirigimos al lugar donde comeríamos: el también famoso restaurante "Sylvias" donde su emblema lo dice todo: Queen of soul food (La reina de la comida para el alma).
Sylvias es ese típico restaurante donde te encuentas a la gente con la que acabas de estar en la misa gospel. Un típico restaurante de barrio que gracias a su buena comida, se ha convertido en un sitio muy reclamado por el turista, pero que no deja de tener ese aire... Harlem; Harlem style.
Allí pedimos el plato estrella: Gofres con pollo. Si, has leído bien, gofres con pollo.
Te ponen un hermoso gofre (salado) y una hermosa pieza de pollo rebozada con una receta "secreta" que está para chuparse los dedos... en serio, yo era reticente a probarlo (la que estaba flipada con el plato era Sandra) y aluciné. Te lo ponen con una jarra de sirope de arce que le da el punto justo de dulzor al gofre. Really soul food man
Tras el reconforte de nuestras almas por medio de un delicioso plato, nos dirigimos en metro (que al contrario de lo que dice la gente, nos resulta bastante "sencillo" de utilizar, siempre y cuando tengas una serie de cosas claras) hasta una de las mejores tiendas de electrónica de la ciudad: B&H
Regentada por Judíos, tienen unos precios imbatibles en todo tipo de artículos. Desde cámaras de fotos o vídeo hasta instrumentos musicales.
Saciados de gadgets electrónicos y emocionados por las compras (yo me compré una cámara nueva y Sandra un Ipad, nada menos) decidimos relajarnos un rato en Bryant Park para después ir a ver la Biblioteca nacional y la Estación Grand Central (que personalmente, tampoco me pareció gran cosa).
De ahí nos dirigimos hacia el edificio Chrysler y bajamos por la 5th Ave. hasta el Flatiron (llamado así por su forma de plancha: flat-iron)
                                                           















































Para finalizar la jornada nos dimos un paseo por Chelsea market y coincidimos con un mercadillo de objetos de segunda mano la mar de chulo. Tras ello, absoutamente derrotados (si venís de visita a la ciudad, haceros a la idea de que vais a andar... y mucho, MUCHISIMO), nos cogimos un taxi hasta casa, cenamos unos tallarines de sobre, y caímos como troncos en la cama.

PD: Siento el retraso en las publicaciones; pero como os digo, llegamos a casa absolutamente destrozados después de estar todo el santo día por ahí y lo que menos me apetece es tirarme un buen rato escribiendo... Aprovecho los huecos que tenemos en casa muertos (como el de hoy) para poneros al día.

Un saludo, Fer.















lunes, 30 de septiembre de 2013

NY Trip (pt.1)

Bueno, ya os dije en mi última entrada (last post; que hay que ir familiarizándose con el idioma XD), que seguramente escribiría algún post desde NY... pues aquí va:

Son las 5.00 de la mañana y llevo ya un rato con los ojos como platos tumbado en la cama (es lo que tiene el cambio horario. Y también, no lo niego, la emoción por empezar un nuevo día en la ciudad que nunca duerme) así que he dicho: "hasta que nos pongamos en marcha (hoy tenemos un gran día) voy a escribir una entrada y así comento nuestro día de ayer". Que fue, mas que otra cosa, de toma de contacto con la city.
Después de un viaje de 8 horas (el primero, EL PRIMERO transoceánico para nuestros lindos cuerpitos) en el que alternamos: 2 comidas bastante mejor de lo que me esperaba, por cierto. Lectura de revistas del avión (folleto de seguridad incluido; semos precavidos...), escuchar música (la del hilo musical), dormitar a ratos en posturas suuuper cómodas (el comandante me despertaba cada dos por tres con avisos de "turbulencias, abrochense el cinturón") y levantarte de vez en cuando a estirar las piernas; después de todo eso, llegamos por fin a la terminal 8 del JFK.
Pasamos el control de seguridad sin problemas (a pesar del miedo de Sandra por sus apellidos de típico narco: Cruz Ramirez) y ya en la salida... primer contratiempo: No hay un puñetero acceso de wifi gratuito... ¿y cómo mierda me comunico yo ahora con la dueña del apartamento en el que vamos a vivir estos días?
Tras el inicial momento de agobio e indefensión (estamos perdidiiiitos, perdidiiiiiitos) me da por explorar las redes wifi de la terminal y... ¡¡ta-ráaan, hay una wifi sin password!! Me conecto: "si quiere ud. navegar, pague 5$ por un acceso de una hora de duración, aceptamos trajeta y pay-pal"
Su put... madre.
Total, apoquino por paypal los 5$, me meto en airbnb.com, contacto con nuestra casera y le comunico que estamos aquí ya y que vamos a pillar un taxi hasta el apartamento, que nos vemos allí.
Salimos de la terminal, cogemos un taxi (conducido por un indio, como casi todos los taxis de NY) y... ¡¡ESTAMOS EN NY!!.
Durante el trayecto vamos como dos panolis mirando por las ventanillas y diciendo ¡mira el tamaño de las ruedas de ese camión! ¡mira como mola ese coche! ¡joder con las limusinas! ¿por qué algunos coches no tienen los intermitentes de color amarillo como en Spain? ¡¡ala, ala mira; se vé manhattan!!
Tras unos 30 minutos de trayecto, el taxi nos deja a la puerta del apartamento en la 2nd ave. del UES (upper east side).
Llamamos al timbre, nos abren. Subimos 4 pisos de escaleras (no hay ascensor, pero no pasa ná) y nos recibe Rebecca (la dueña del apartamento). Super maja, nos explica todo lo de el piso y nos deja una carpetita con planos y cosillas de interés (como en los hoteles) y se despide hasta el viernes (nos vamos... :( )
Salimos a explorar el barrio camino de un supermercado para comprar algo de desayunos y cenas (las comidas serán todas en la calle) y con la compra ya hecha nos disponemos a nuestro primer pateo por manhattan.









Cámara al cuello nos dirigimos por la 5th avenida hasta el edificio Rockefeller; de camino vemos la tapia de central park (ese toca otro día) y los museos Guggenheim (mil veces mas bonito, arquitectónicamente hablando, el de Bilbo) y MET.
Una vez que llegamos al TOR, nos dimos una vuelta para hacer tiempo ya que queríamos subir al atardecer para poder fotografiar NY en el momento de la puesta de sol.
Aprovechando que estábamos por la zona, visitamos la tienda de LEGO, que es normalita, pero lo realmente chulo, son cómo tienen decorada la tienda y sus escaparates con construcciones. En uno de ellos, tenían una representación a escala del Rockeffeller center con todo lujo de detales.
Pasamos por delante del Radio City Music Hall y por los estudios de la NBC e hicimos nuestra primera cosa de newyorkinos; ¡Comernos un pretzel!
Descansamos un ratillo en la plaza donde durante la época navideña ponen la famosa pista de hielo y el abeto gigante y nos dispusimos a subir al TOR.
Tras una ascensión de a penas 3 minutos en la cual asciendes 67 pisos (rápido, pero no se nota mucho...) llegamos a las terrazas (una en la fachada norte y otra en la sur) con el sol comenzando a esconderse poco a poco por el horizonte.
Las vistas... acojonantes, no esperaba menos. Ahora, la gente... ¡un asco!

Está claro que todos queremos llevarnos un buen recuerdo de la visita en forma de foto y queremos buscar el mejor sitio para hacerla; pero debido a que, por seguridad, hay instaladas unas mamparas de vidrio con huecos por los que a penas te cabe el objetivo de la cámara, la gente tiende a agolparse en dichos puntos haciendo prácticamente imposible tomar una fotografía decente. Además, son mal educados a más no poder, se cuelan delante de ti en cuanto te descuidas y se tiran tres horas haciendo fotitos (a cual mas mala, por cierto) y admirando las vistas... Que si, que está muy bien, pero oiga... ¡que los demás también queremos! Como lo de no respetar los turnos y creerme que la terraza es solo mía no va conmigo, me mosqueé en mas de una ocasión. Pero finalmente pude hacer alguna que otra foto maja.
Tras la sesión fotográfica en altura, posamos los pies de nuevo a ras de suelo y nos dirigimos hacia madison square antes de cenar, para ver uno de los lugares mas alucinantes del mundo... Pues a mi no me lo pareció, que queréis que os diga... mucha luz y mucha pantalla. pero tampoco es para tanto. Me esperaba otra cosa.
Al termina la visita, nos marchamos a cenar al lugar donde, se supone, hacen las mejores hamburguesas de NY (o una de las mejores) y, tras haberlas catado; puedo decir que igual no son las mejores, pero si de las mejores.
Que carne señores, que sabor y ¡que patatas! La disfrutamos de lo lindo.
El sitio en cuestión se llama P.J. Clarks y tiene el look de una taberna inglesa de las que te puedes encontrar en Londres con una zona de bar y un salon restaurante.
Cogimos mesa nada mas cenar y tras ojear la carta nos decidimos ambos por la misma hamburguesa.
No es que fuese la tipica hamburguesa con un montón de ingredientes ni de tamaño descomunal, de echo, era normalita y de ingredientes lo único "extra" era el bacon ahumado (pero que bacon, amig@s, ¡Que bacon!, el mejor que haya probado nunca) pero el sabor que tenía esa hamburguesa... IMPRESIONANTE.
Tras la cena decidimos ir caminando hasta casa para hacer la digestión y para rematar el primer día en NY (aún no sabíamos lo laaaaaaaaaaargas que son las distancias en esta ciudad)
Una vez en el apartamento, os podéis imaginar lo que tardamos en caer como troncos en la cama, casi ni nos dá tiempo a quitarnos la ropa. Tras casi 24 horas sin dormir, estábamos muertos.

Hasta aquí el relato de nuestro primer "día" en Nueva York. Stay tune for the next episodes ;)

Un Newyorkino saludo!
Fer

viernes, 27 de septiembre de 2013

Mapping y proyecciones 3D

Dentro del mundo audiovisual en el que me muevo, lleva ya tiempo cogiendo fuerza un tipo de proyección sobre cuerpos con volumen (edificios, esculturas, coches, etc) que se conoce con el nombre de "Mapping 3D"
Ejemplos de este tipo de proyección hay miles, sólo con buscar ese término en youtube te salen varios resultados. Como ejemplo:
















Pero hasta hoy, no había visto algo como esto:


Box from Bot & Dolly on Vimeo.

CON LA BOCA ABIERTA ME HE QUEDADO...


Un saludo, Fer.

PD: Mi próximo post tal vez sea desde NY... XDD ¿quién sabe?

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Y 23 años mas tarde...

Fusilo esto que me he encontrado por la web:

¿Qué pasaría si el amor de tu vida aparece 23 años después mirándote a tus ojos sin hablar?

Esta es una verdadera historia de amor entre una serbia (Marina Abramovic) y un alemán (Ulay). Una pareja de artistas que se conocieron allá por el 76´ en Ámsterdam.

Fue un amor a primera vista y juntos se potenciaron creativamente dedicándose en cuerpo y alma a hacer performances poniendo el foco en la conceptualización de lo humano.

Luego de vivir varios años juntos vieron que la relación llegaba a su fin y de común acuerdo hicieron la última performance titulada “Los amantes”. La idea era que Marina y Ulay empezaban a caminar por separado los dos extremos de la Gran Muralla China para luego encontrarse, abrazarse y despedirse para siempre. Una idea, tenemos que reconocer realmente INCREIBLE para terminar con una relación.

Luego se dejaron de verse por 23 años, hasta que un día Marina expone en el Moma su muestra “El artista está presente” que básicamente consistía en mirar durante 1 minuto y en silencio a todos los que se sentaban frente a ella… hasta que de pronto el que se sienta frente a ella es el mismo Ulay.

Sí, 23 años después, sin saberlo, el gran amor de su vida la mira fijamente durante 60 segundos.

¿El resultado? Mírenlo con sus propios ojos…



jueves, 19 de septiembre de 2013

Instrumentos de guerra

Ciudad Juárez se ha convertido en los últimos años en un lugar en el que raro es el día que no aparece un cadáver con un tiro en la nuca en medio de la acera, o diez cuerpos decapitados en un cobertizo, o un hombre tiroteado a la puerta de su casa... ¡Una delicia de ciudad vamos!
La escalada de violencia se debe a la guerra desatada entre dos potentes clanes de la droga que luchan por el control de la zona, ya que es uno de los puntos calientes de paso de dicha mercancía hacia USA.
La gente está tan acostumbrada a que los noticieros den aviso de un nuevo cadáver, que la gente ya ni se inmuta... lo tienen asimilado e interiorizado como algo normal y con lo que conviven día a día.

En medio de este clima, el artista plástico Pedro Reyes ha transformado armas decomisadas al narco por operaciones policiales en una orquesta compuesta por ocho instrumentos que han sido mecanizados y programados para ejecutar melodías de forma autónoma.

Os dejo un video de su obra DISARM

Un saludo, Fer

martes, 17 de septiembre de 2013

Valórate

Copio tal cual (vamos, que fusilo) un post de un forero de Hispasonic que me ha echo click! en el cerebro:


VALORATE

Un ingeniero que fue llamado a arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja... una computadora que valía 12 millones de dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.

El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.

- ¿Cuánto le debo? preguntó.

- Son mil dólares, si me hace el favor.

- ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos momentos de trabajo?

¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.

El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.

A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin chistar.

La factura decía:

Servicios prestados:

Apretar un tornillo............ US $1 dólar

Saber qué tornillo apretar.... US $999 dólares

Para todos aquellos profesionales que día a día se enfrentan con la desconsideración de quienes por su propia ignorancia no alcanzan a entenderlos.

RECUERDA: "SE GANA POR LO QUE SE SABE, NO POR LO QUE SE HACE".

lunes, 16 de septiembre de 2013

He visto rayos c brillar en la oscuridad...

...cerca de la puerta de tannhäuser.
Emotiva escena de la muerte del replicante en Blade Runner en la que éste hace ver a un sorpendido Harrison Ford, lo sumamente insignificantes que somos ante la inmensidad del universo... A penas una mota de polvo microscópico en el desierto.

Hace ya unos días, la sonda Voyager 1 (lanzada hace nada menos que 36 años) ha atravesado la heliopausa, que es la frontera magnética que separa a nuestro sistema solar del resto de la galaxia, adentrándose así en el universo desconocido, donde nada (humano, al menos) ha estado antes.
La sonda lleva recorridas unas 125 unidades astronómicas de distancia del sol y aún le queda viaje.
Para entendernos:
1 ud. astronómica = 149.597.870km // 149.597.870 x 125 = 18.699.733.750km. ¡¡Ahí es ná!!

Mientras que vuestro cerebro asimila el chorrazo de kilómetros que es eso, os dejo con un tema acorde al artículo... Voyager de Mike Oldfield.

Un saludo, Fer.