viernes, 4 de octubre de 2013

NY Trip (pt.4) Flying high

7.00 am.
Suena el despertador hoy tempranero; tenemos que salir pronto de casa por que a primera hora tenemos que visitar el edificio estrella de la ciudad... Empire State Building.
Pero entre pitos y flautas hasta las 9 no salimos de casa. ¡Mierda! y yo que quería fotografiar el amanecer sobre Manhattan... ¡No pasa nada! vamos contentos y emocionados en el metro camino de la primera atracción del día.
Entramos al edificio y nos saludan unos empleados vestidos de uniforme muy majos; subimos unas escaleras mecánicas y... CONTROL DE SEGURIDAD. Me registran la mochila y al ver el mini-tripode (comprado hace dos días en B&H) se quedan con él y me dan un resguardo para recogerlo a la salida. Motivos de seguridad, argumentan, yo les creo y lo dejo a buen recaudo.
Ascendemos en el elevador hasta el piso 86 y al salir... Wwwwoooowww u... ¡OMG! (como dicen los yankees). Las vistas quitaban el hipo





A esas horas de la mañana aún hacia fresquete y os podéis imaginar el vientecillo que corría ahí arriba ¡y yo en manga corta!. Eso si, cuando vengáis, visitad el edificio a primera hora de la mañana, no estábamos solos, pero había muy poca gente (comparado con otras veces que nos contaban y hemos leído por internet en las que no puedes ni moverte).

De vuelta al asfalto, caminamos hasta encontrar la boca de metro que debía llevarnos hasta la zona de battery park (la punta sur de Manhattan) donde cogimos un ferry gratuito a Statel Island.
En un principio íbamos a pagar 17$ por un ferry a la estatua de la libertad, pero: no sé si os habréis enterado de la movida que hay en EE.UU. con el tema de la falta de acuerdo entre democratas y republicanos en la aprobación de presupuestos... bueno, pues resulta que con motivo de ese desacuerdo, en este día y sin previo aviso. Todos, absolutamente todos los trabajadores de parques y monumentos nacionales (como la estatua) se iban a la calle y los monumentos: Closed till new order
Así que nos cogimos el susodicho ferry, que no te cuesta un duro (o dolar) y que pasa pegadito a la estatua, para hacerle la foto de rigor.







Una vez llegados a Staten; sal del ferry y vuelve a la cola para entrar y volver a la isla XD.
Tras lo cual nos tocó distrito financiero y alrededores: Wall street, Trinity church, memorial 11S...
Tampoco es que fuese nada del otro jueves; mucha gente de aquí para allá y con el jaleo de las obras del world trade center, mucho ruido y polvo y ruido...
Poco más que un paseo, una par de fotos, comida en Zuccotti park (las sobras de la cena del carmine´s) junto a los yupies de la bolsa y camino del ayuntamiento de NY y Washington Square Park.



























En este parque hicimos un stop and go, para descansar un poco las piernas y contemplar (lo que te dejaban los arboles) el ayuntamiento de Manhattan.
He de hacer un inciso en este punto del diario NY Trip y lanzar una "queja" sobre los parques de esta ciudad: Esto ni son parques ni na...
A excepción del Central, todos los demás parques no son mas que "cuatro árboles" rodeados de pavimento (losas de piedra o granito). A ver, tampoco hay que ceñirse mucho a esta ultima frase; son más de cuatro árboles, pero lo que me deja extrañado es que siendo una ciudad tan grande, no tenga más parques y...  no sé, mas densamente poblados de vejetación y no tanto "gres".
Bueno, a lo que íbamos; el stop and go.
Tras descansar un ratillo y recuperar fuerzas; encaminamos nuestros pasos hacia uno de los barrios mas "inn" del momento: El West Village.
Por comparación decir que sería como un malasaña 2.0; con los mismos locales y tiendas modernetas y los mismos neo-modernos-llevo-ropa-de-viejo-que-parece-de-mi-abuelo-pero-es-de-marca-y-me-cuesta-un-ojo-de-la-cara.
En este singular barrio, se encuentra una de las atracciones más visitadas por mujeres jovenes/middle age que siguen o siguieron las aventuras de las chicas de "Sexo en NY". Estoy hablando de la pastelería Magnolia Bakery.
Un local muy cuco donde te venden los famosos cupcakes que, todo hay que decirlo, están de rechupete. Eso y un Ice coffe reconforta el alma de cualquier persona (por lo menos a nosotros nos supo a gloria)
Pensando que hacer a continuación, se nos ocurrió ir a casa, dejar las compras que habíamos hecho, y ya una vez cenados, volver a salir a nuestra última excursión del dia: Visita nocturna al Empire.
A pesar del aumento de público con respecto a la mañana, hay que reconocer que se podía estar y sacar fotos de las vistas tranquilamente.
Como había aprendido la lección, me llevé sudadera para no pasar frío como me había sucedido por la mañana y ¡no veáis si me vino bien!








Y con estas vistas aún en las retinas, nos fuimos a casa, agotados (¡como no!) después de un día de mucho tragín.

Un saludo, Fer. See you...

NY Trip (pt.3) Different views

Aviso al lector/a: Se ha hecho de rogar por problemas ténnicos, pero por fin está aquí la 3ª entrega de NY Trip. Tenga en cuenta que las publicaciones no son diaria, por lo que lo aquí relatado puede que no sucediese en el día de ayer.

Gracias. 
LA DIRECCIÓN (el chache, vamos)

El día de Hoy ha sido algo especial... Bueno; más que el día, la noche. La ciudad se ve diferente desde el mar...

Comenzamos la jornada con un paseo mañanero por la parte norte de Central park junto con los cientos y cientos de personas que se van a correr por el parque (hay que ver lo que les gusta a estos newyorkinos correr...).
Central park es uno de los muchos "pulmones verdes" con los que cuenta la ciudad. El mas grande, en este caso; aunque hay que decir que, me dio la sensación de que la densidad de arboles tampoco era muy alta...
Este y otros parques diseminados a lo largo de toda la ciudad se encargan de que, a pesar de ser Nueva York una ciudad tan densamente poblada y con gran trafico de vehículos, no se nota que sea una ciudad con mucha polución. Debido esto, sin duda, a la correcta plantificación urbanística llevada a cabo en la ciudad, que la dota de grandes y anchas calles permitiendo así un correcto soleamiento de los edificios y una circulación del aire adecuada. 





















Recorremos el parque en busca del primer museo que visitaremos en nuestro viaje: El Museo de Historia Natural (¿te suena la película, "noche en el museo"?).
Es enorme, y como te quieras parar a verlo todo con detalle... te tiras fácilmente una mañana entera.
Nosotros tras dos horas de ver animales disecados (la mar de bien hechos, por cierto) y objetos de todas las culturas y razas de la tierra, así como fauna y flora de los EE.UU y otras tantas cosas, estábamos ya un poco saturados, por lo que nos salimos a la calle e hicimos otro "typical NY": Perrito caliente de puesto callejero y a tirarse al césped de Central Park.










Carrazo de camino a Columbus Circle


Tras reposar la comida, seguimos caminando hacia Columbus Circle (otra cosa no, pero caminar... TE VAS A JARTAR, PRIMOH) por donde paseamos un ratillo mientras nos deleitábamos con un helado (el de los típicos camioncitos de las películas que van con la musiquilla puesta y los críos corriendo detrás)






















No nos hemos podido relajar mucho, ya que a las 17.30 teníamos programada una excursión muy especial: crucero en barco por la isla para ver el atardecer y el anochecer sobre la ciudad; simplemente INCREÍBLE. Dejemos que las imágenes hablen por si mismas:
Esperando a embarcar, reponiendo sales minerales...
Museo USS Intrepid






















































Tras esta romántica vista (para nosotros y otras 200 personas) acabamos el día cenando en carmine´s
Restaurante 100% cocina italiana, familiar y de raciones generosísimas.
Antes de venir a Nuev York, habíamos leído opiniones sobre este restaurante que lo ponían como un "must", pero que había que tener cuidado y pedir con moderación; ¿con moderación? ¡Joder, si con lo que nos pusieron comen 4 y se quedan estupendos!
Para que veáis que no exagero, como muestra una imagen de la FUENTE de pasta que nos pusieron


Y eso es para dos!! No nos terminamos ni la mitad, pero nos dio la oportunidad de hacer otro "typical" de esos que a nosotros nos gustan tanto :) (aunque ya no es tan typical, por que se empieza a ver también en otros países). Pedimos que lo que sobraba nos lo pusieran para llevar y, os aseguro que nos dio para comer al día siguiente y aún sobró.

Un saludo, Fer.

miércoles, 2 de octubre de 2013

NY Trip (pt.2) Emotional day

Tal y como indica el titulo de este post, el día de ayer fue de una carga emocional tremenda... Sigue leyendo si quieres saber por qué.

A las 6 de la mañana suena el despertador y comenzamos lo que, hoy si, va a ser nuestro primer día 100%, aprovechando sus 24 horas, en Nueva York.
Tras desayunar en casa y prepararnos, nos dirigimos caminando hacia Harlem para disfrutar (y vaya si lo hicimos) de lo que sería la primera parada del día: La misa gospel en la Bethel Gospell Assembly
El barrio de Harlem está situado al norte de Manhattan y, contrario a lo que pudiera parecer, no nos sentimos inseguros al pasear por la zona a esas horas tan tempranas. A penas había gente por las calles, salvo los que se iban a trabajar, y algún mendigo que otro, pero ni siquiera nos miramos.
Algo muy gracioso que nos sucedía es que cada vez que nos cruzábamos con un señor o señora mayor, nos daban los buenos días (y nosotros respondíamos, of course) vamos, como en los pueblos de España, que vas caminando por la calle y te encuentras con la señora Paquita y te dice: con dios hijo!!
Tras una caminata de unos 40 minutos (parece mentira, pero las distancias en esta ciudad son bestiales) llegamos sobre las 7.45, 15 minutos antes de comenzar la misa, al centro Bethel y entramos en el lugar donde hacen las celebraciones. Allí nos recibe una amable señora vestida con falda negra y camisa blanca que nos indica donde sentarnos y nos da dos sobrecitos para las donaciones.
Según pasaba el tiempo, iba llegando mas y mas gente, los que se colocaban a tu lado, enfrente o detrás de ti te saludaban con un good morning and wellcome.
A las 8 en punto comienza la celebración, los músicos empiezan a tocar y el pianista (es el que dirige el cotarro) comienza a cantar una canción acompañado por el resto de cantantes (5 o 6).
Aquello lo tienen montado de PM; hay una persona que se encarga de sonorizar a la banda en todo momento, están permanentemente comunicados por intercom unos con otros. hay cámaras, fotógrafos... hasta una pantalla de proyección donde van a apareciendo las letras de las canciones para que todo el mundo pueda seguirlas.
Tras dos canciones que hicieron que nos emocionásemos y nos divirtiéramos a partes iguales y en las que todo el mundo se levantaba, bailaba, daba palmas y gracias a Dios (oh lord Jesus).
Salió uno de los "allegados" del pastor a darnos la bienvenida a todos aquellos que íbamos por primera vez. A parte de nosotros y otros 6 turistillas más (se nos diferenciaba fácilmente) también había gente "autóctona" que iba por primera vez.
Total, que el hombre (un negrazo de 4x4, vamos un armario empotrado de tío) nos pide que nos levantemos y acto seguido comienzan a cantarnos una canción de bienvenida y toda la iglesia, TODA, se gira mientras canta "wellcome here, thanks to the lord" y te van dando la mano y saludándote. Todo el mundo, incluido la esposa del pastor. Los pelos como escarpias y mas de una lagrimilla se escapó en ese momento, no os lo voy a negar. Me resultó sorprendente la cercanía de la gente y como te hacen que te integres al instante. Nadie te mira ni te juzga por tu apariencia o tu color. Has venido a "su casa" y te tratan de igual.
Tras el sermón del pastor y un par de canciones de despedida, los parroquianos fuimos saliendo y en un momento se nos acercó una mujer preguntándonos que de donde eramos y si nos había gustado, le dijimos que nos encantó y que nos habíamos emocionado mucho; ella nos dio las gracias por venir y se despidió de nosotros con una sonrisa.
Al salir íbamos flipados... hablando de lo que habíamos sentido, como nos habían llamado la atención ciertas cosas, etc.
La verdad es que es una experiencia 100% recomendable y aunque "la fiesta" dura 2 horas... ni te enteras.
Nuestro paseo continuó por Harlem hasta la Iglesia de San Juan El Divino y, justo en frente de ella hicimos otra "typical NY thing", zamparnos un Bagel a media mañana para reponer fuerzas y aguantar hasta la comida.
Seguimos paseando hasta llegar al famoso teatro Apollo donde echamos unas fotillos y tras lo que nos dirigimos al lugar donde comeríamos: el también famoso restaurante "Sylvias" donde su emblema lo dice todo: Queen of soul food (La reina de la comida para el alma).
Sylvias es ese típico restaurante donde te encuentas a la gente con la que acabas de estar en la misa gospel. Un típico restaurante de barrio que gracias a su buena comida, se ha convertido en un sitio muy reclamado por el turista, pero que no deja de tener ese aire... Harlem; Harlem style.
Allí pedimos el plato estrella: Gofres con pollo. Si, has leído bien, gofres con pollo.
Te ponen un hermoso gofre (salado) y una hermosa pieza de pollo rebozada con una receta "secreta" que está para chuparse los dedos... en serio, yo era reticente a probarlo (la que estaba flipada con el plato era Sandra) y aluciné. Te lo ponen con una jarra de sirope de arce que le da el punto justo de dulzor al gofre. Really soul food man
Tras el reconforte de nuestras almas por medio de un delicioso plato, nos dirigimos en metro (que al contrario de lo que dice la gente, nos resulta bastante "sencillo" de utilizar, siempre y cuando tengas una serie de cosas claras) hasta una de las mejores tiendas de electrónica de la ciudad: B&H
Regentada por Judíos, tienen unos precios imbatibles en todo tipo de artículos. Desde cámaras de fotos o vídeo hasta instrumentos musicales.
Saciados de gadgets electrónicos y emocionados por las compras (yo me compré una cámara nueva y Sandra un Ipad, nada menos) decidimos relajarnos un rato en Bryant Park para después ir a ver la Biblioteca nacional y la Estación Grand Central (que personalmente, tampoco me pareció gran cosa).
De ahí nos dirigimos hacia el edificio Chrysler y bajamos por la 5th Ave. hasta el Flatiron (llamado así por su forma de plancha: flat-iron)
                                                           















































Para finalizar la jornada nos dimos un paseo por Chelsea market y coincidimos con un mercadillo de objetos de segunda mano la mar de chulo. Tras ello, absoutamente derrotados (si venís de visita a la ciudad, haceros a la idea de que vais a andar... y mucho, MUCHISIMO), nos cogimos un taxi hasta casa, cenamos unos tallarines de sobre, y caímos como troncos en la cama.

PD: Siento el retraso en las publicaciones; pero como os digo, llegamos a casa absolutamente destrozados después de estar todo el santo día por ahí y lo que menos me apetece es tirarme un buen rato escribiendo... Aprovecho los huecos que tenemos en casa muertos (como el de hoy) para poneros al día.

Un saludo, Fer.