El otro día estuvimos con los felices papis y, mientras ella ayudaba a su
prima con el bebé yo me fui con el primogénito a jugar un rato hasta la hora de
la cena. No llevábamos mucho rato cuando, por un hecho fortuito surgió esa
pregunta que tarde o temprano todo lechoncillo/illa formula a quienes tiene a
su alrededor, generalmente sus sufridos progenitores: ¿Y POR QUÉ?
Bien, tras esta enternecedora introducción en la que mis queridos lectores me han imaginado cual "erudito" impartiendo y volcando mis conocimientos sobre la mente fresca de un ser aún en formación, :0 ¡¡Corred insensatos!!, pasemos a narrar los hechos que me han llevado a la escritura de este post:
Ayer mientras esperaba la llegada del tren que tomo todos los días para volver a mi casa, caminando por el andén de un lado a otro, comencé a imaginar en mi cabeza una conversación. Es algo que suelo hacer con bastante frecuencia. Me imagino conversaciones en inglés o francés (obviamente también en español) en las que mantengo un diálogo sobre un tema, una situación... Ello me sirve para "auto-practicar” en el caso de los idiomas distintos al nativo o simplemente para dialogar conmigo mismo y reflexionar.
El caso es que a raíz de ese ¿por qué? del otro día (hay que ver cómo es el subconsciente) comencé a imaginarme una supuesta conversación con un mini-ser de mi propia creación y poco a poco fui desgranado por qué tras por qué con argumentos y explicaciones hasta que llegué a uno que me hizo saltar un resorte interno (¡clack!) y me descubrí a mí mismo diciendo: "¿Y por qué?"
Acto seguido, saqué ese apéndice, esa prolongación biónica en la que se han convertido los teléfonos móviles hoy en día, y pregunté a "san google":
¿POR
QUÉ EL CUERPO HUMANO (shurmano)
ESTÁ A 36ºC? (36,7ºC para ser
exactos)
Resulta que, con el paso del tiempo, el organismo del ser humano ha ido evolucionando y elevando su temperatura hasta conseguir el balance perfecto entre metabolismo y protección contra infecciones.
Esos 36ºC de temperatura son suficientes para prevenir la mayoría de infecciones causadas por hongos y a su vez no es tan elevada como para que tengamos que estar ingiriendo alimentos sin parar para mantener nuestro metabolismo.
Tras haber realizado estudios sobre la materia; la ciencia ha descubierto que por cada grado que aumenta la temperatura, hay una disminución de un 6% en el número de especies fúngicas que pueden infectar o atacar a un animal otorgando así una gran ventaja en la supervivencia de la especie frente a otros grupos de seres vivos del planeta. ¿Interesante, no?
Un saludo, Fer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario