La primera de ellas es este vídeo de YouTube en el que se muestra como 32 metrónomos accionados uno cada vez, logran sincronizarse a la perfección pasados unos minutos.
Al parecer, ello se debe a que la superficie en la que están apoyados no es rígida (si nos fijamos, se comba en su parte central) lo que facilita que la energía generada por cada uno de los metrónomos al moverse de un lado a otro, afecte a su vez a sus vecinos "modificando" poco a poco su movimiento hasta lograr la sincronización.
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En segundo lugar os traigo un post (algo bizarro) del blog república insólita en el que nos cuentan como en el Everest los cadáveres de los montañeros muertos, se utilizan como hitos para orientarse en la montaña, para instalar el campamento o para saber dónde agarrarte para continuar escalando...
Desde que en 1953 se conquistase por primera vez, la montaña se ha cobrado la vida de al rededor de 200 montañeros 50 de los cuales aún siguen ahí arriba (sus cuerpos, se entiende) bien por la imposibilidad de su rescate (por ser arriesgado o técnicamente imposible) o bien por expreso deseo de ellos o sus familiares.
Al llegar a los 8000 metros de altura, comienza la llamada "zona de la muerte", donde el oxígeno es escaso y los vientos pueden alcanzar los 285 km/h.
En esa zona son varios los cadáveres que se pueden encontrar, como los de Francys y Sergei; matrimonio que murió al intentar coronar la cima y que se encuentran separados 100 m. el uno del otro por que, tras morir Francys, su marido se despeñó al intentar rescatarla.
Sin embargo, los hitos "mas famosos" son el "botas verdes" y el "saludador".
El primero, corresponde al indio Tsewang Paljor que sucumbió a la montaña durante “el desastre de 1996” (un brusco cambio de tiempo que sesgó en un solo día la vida de 15 montañeros).
Al otro, se le conoce así por la postura en la que quedó congelado al fallecer.
Os dejo el enlace al post completo:
http://blogs.republica.com/republica-insolita/2012/12/04/mojones-everest/
Un saludo, Fer.
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