A través de este blog del diario digital 20 minutos leo la siguiente noticia:
Beatriz es una mujer salvadoreña de 22 años madre de un hijo de un año de edad y embarazada de 24 semanas de un segundo.
Resulta que tras realizarle tres pruebas médicas le han comunicado que el hijo que espera es anencefálico es decir, que carece de parte de su cerebro y cráneo.
El índice de mortalidad en este tipo de casos es altísimo, llegando a morir el feto antes del nacimiento o a las pocas horas/días de haber venido al mundo.
De por sí este es un hecho trágico, pero la cosa aumenta drásticamente cuando continuamos leyendo la noticia.
Beatriz está llevando un embarazo de riesgo que podría causarle la muerte, ya que padece de lupus (enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca a los tejidos del cuerpo) lo que a su vez de ha provocado una enfermedad renal.
Por ese motivo solicitó a las autoridades del país que la permitiesen someterse a un aborto para salvar su vida y así no dejar huérfano al hijo que ya tiene.
Pero las autoridades de su país han denegado la petición dando como explicación lo siguiente:
"Este tribunal sostiene que los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobre los del nasciturus (el que ha de nacer) ni viceversa;
asimismo, que existe un impedimento absoluto para autorizar la práctica
de un aborto por contrariar la protección constitucional que se otorga a
la persona humana 'desde el momento de la concepción'"
¿En serio? ¿Incluso una persona humana que puede nacer muerta o morir en el transcurso de horas o días y, que además pone en riesgo la vida de su propia madre?
Por favor, este caso de aborto es especial. No es que la madre quiera abortar por que sí. Su hijo, de todas todas morirá y ella tiene altísimas probabilidades de seguir el mismo camino.
RECAPACITEN
Un saludo, Fer.
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