jueves, 30 de mayo de 2013

Todos estamos conectados

Ayer durante mi trayecto diario en tren, camino del trabajo, vi en twitter el siguiente comentario que os ilustro en la imagen.









No tiene nada de especial, pero me ha llamado la atención la última parte del mensaje: "por cierto su marido es amigo de un amigo tuyo".
De repente mi cerebro se ha puesto a funcionar y me ha venido a la mente la teoría de los 6 grados de separación

Según esta teoría enunciada por el escritor Húngaro Frigyes Karinthy en 1930, cualquier persona del mundo, puede estar conectada con otra a través de una cadena de allegados que no tiene más de cinco eslabones, conectando a ambas personas (totalmente desconocidas) en tan sólo seis pasos.
El concepto de la teoría radica en la idea de que el número de conocidos entre ambas personas, crece de manera exponencial con cada paso que avanzamos en la cadena.
Supongamos que una persona conoce, de media, a 100 personas (compañeros de trabajo, escuela, amigos...). Si esas 100 personas conocen a su vez a otras 100; cualquier persona dentro de esa red, puede transmitir fácilmente un mensaje a 10.000 personas con tan sólo pedírselo a sus amigos y éstos a los suyos (en la practica el número es inferior a 10.000 ya que muchos de los contactos se comparten).
Ésta es la base de las famosas cadenas de e-mails que circulan por Internet y es el motivo por el cual se expanden tan rápido.
Volviendo a los números; esos 10.000 potenciales receptores del mensaje, son contactos de segundo nivel con respecto al individuo principal. Si esos 10.000 contactos conocen a otros 100 la red se amplia hasta 1.000.000 de personas en un tercer nivel de conexión, 100.000.000 en un cuarto, 10.000.000.000 en un quinto y a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel.

En la década de los 50 dos personas se propusieron demostrar matemáticamente la teoría, pero tras 20 años de intentos, no lo consiguieron.
Mas tarde, en 1967, Stanley Milgram, psicólogo estadounidense, se propuso demostrar la teoría por medio de un juego:
Seleccionó a varios individuos separados entre sí miles de millas. La mitad de esos individuos (emisores)  usando sus redes de contactos (intermediarios) debía enviarle una postal a la otra mitad (receptores).
Los sujetos emisores, conocían ciertos datos de los receptores y cada nuevo intermediario debía seleccionar al siguiente de entre su red de contactos pero con una regla: Tenía que ser el que más probabilidades tuviese de conocer diréctamente al receptor.
Finalmente, aunque se esperaban que la cadena incluyera al menos cientos de intermediarios, la entrega se realizó en cinco o siete pasos, como media y, aunque hubo algunos inconvenientes y fueron muchos los que criticaron el experimento por no ser imparcial, la teoría se dio por demostrada.
En la actualidad, ha habido más intentos por demostrar la teoría, utilizando para ello la red social Facebook.

Así pues, como puedes ver, las personas estamos más conectadas de lo que pensamos. Y no solo en el plano social; también en el emocional y en el molecular, como lo muestran estos dos artículos: uno y dos

Un saludo, Fernando



PD: Si, si,si. Mucha conexión y mucha leche... pero ¿se puede saber por qué narices mi blog solo tiene dos, DOS seguidores? Venga hombre!! Anímate, ¡que es gratis!.


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